Historia versus Economía

Un académico contra el imperialismo económico

Economía neoclásicaEducaciónPISA

Ciudadanos ante el sistema educativo y el mercado. Primera parte

En anteriores entregas hemos descuartizado las propuestas de Luis Garicano para reformar la universidad por sus manifiestas carencias, que hacían del documento una especie de monumento al cuñadismo. Mal escrito, incoherente, superficial y repleto de lugares comunes… huellas cuyo rastro conducía al arbitrista Garicano. Por el contrario, el informe presentado por Ciudadanos respecto de la primaria y la secundaria sí parece escrito por un adulto correctamente alfabetizado capaz de controlar las reglas básicas de la sintaxis y la gramática. Por lo tanto, tampoco hay dudas: Garicano habrá limitado su intervención a asesor y el grueso del documento ha sido elaborado por manos más competentes que, incluso, sabían tabular correctamente con un procesador de textos. Es más, hasta pueden dar detalles de sus intenciones, que son (pág. 2):

 Una parte demasiado grande de la población tiene un serio déficit en competencias básicas

 Demasiados estudiantes no logran desarrollar su talento al máximo.

 Demasiados alumnos abandonan la escuela antes de tiempo.

 El sistema produce una alta desigualdad de oportunidades desde el acceso a la escuela infantil hasta la universidad.

 Muchos trabajan en ocupaciones muy por debajo de su nivel de estudios.

 Existe una fuerte desmotivación de alumnos y docentes a todos los niveles y un alto malestar general de la comunidad educativa.

De esta lista, el primer punto no es responsabilidad de nuestro actual sistema educativo, sino del franquismo, ya que, a pesar de toda la retórica conservadora, los niveles educativos de la población y sus competencias han aumentado desde entonces. Eso de que Demasiados estudiantes no logran desarrollar su talento al máximo es paulocoelhismo (el toque Punset, supongo) y no se sabe muy bien qué significa y por qué debería ser responsabilidad del sistema educativo obligarnos a explotar nuestro máximo potencial. Sinceramente, un adolescente que esté obsesionado en incrementar su rendimiento académico en un 15% en vez de interactuar con sus congéneres y, a ser posible, madurar emocionalmente con ellos, está haciendo el imbécil. En el tercer y cuarto puntos coincidimos, aunque no es responsabilidad del sistema educativo. En ese sentido, consideraría que es más bien neutro y no logra compensar las diferencias sociales como debería ser uno de sus objetivos. Sobre que Muchos trabajan en ocupaciones muy por debajo de su nivel de estudios también hay acuerdo, aunque el sistema educativo no puede arreglar ese desajuste a no ser que deje de formar a las personas. Es decir, sólo se puede solventar suprimiendo titulaciones y centros educativos hasta tener el sistema educativo que un país como España, dependiente del turismo, puede permitirse. Este es, por cierto, el objetivo de Alemania y la Unión Europea: que reduzcamos nuestro Estado del Bienestar a los niveles del país norteafricano que somos en realidad. Si no nos salimos del euro, no duden que cerraremos universidades hasta que tengamos las facultades que podamos permitirnos. Sin embargo, esta problemática no es acuciante para Ciudadanos que entiende de este modo el origen de los males de nuestro sistema educativo (pág. 6):

Las razones de la mala política educativa en España son similares a las que han llevado al mal funcionamiento de muchos otros ámbitos de la política pública (desde la Universidades a las Cajas): la falta de un proyecto ambicioso de futuro que permita salir de la miopía del corto plazo, la incompetencia de muchos gestores seleccionados a menudo más por motivos políticos que de mérito, y la prevalencia de los intereses partidistas y gremiales en contra de los del interés general. Por desgracia, algunos debates de contenido marcadamente partidista, como los relativos a la política lingüística o la educación en religión o ciudadanía, han contribuido a dejar de lado problemas más profundos que afectan a nuestras cualidades educativas básicas que condicionan de forma profunda nuestra capacidad de encontrar empleo en el futuro.

No sé muy bien cuál debería ser el proyecto ambicioso de futuro más allá de una muletilla que recuerda a la retórica falangista de la unidad de destino en lo universal. Supongo que algo así como que todos tengamos el C1 de inglés por Cambridge (¡yo lo tengo, ya he cumplido, soy un patriota!), que todos sepamos programar en R (aquí fallo, sólo he hecho algún curso de SPSS) o ser empleados superproductivos (en eso soy la hostia: profesor universitario que cobra sólo por las horas de clase que imparte. Produzco más que los titulares, cobro menos de la sexta parte de su sueldo). Sea como sea, necesitamos una meta u objetivo de futuro y ambicioso que, como todos intuimos, se aproxima al sed más productivos de siempre. Por otro lado, sorprende que se clasifique a los debates lingüísticos y de laicismo/confesionalidad como polémicas creadas para satisfacer intereses partidistas. Estos conflictos tienen más de 150 años de historia en España y parecen previos a nuestros actuales partidos políticos. Es muy posible que respondan a angustias y demandas legítimas de la población y que el análisis de Ciudadanos sea, como siempre, muy pobre porque desatiende, como no, a nuestra realidad histórica. Finalmente, es difícil imaginar cómo la inmersión lingüística en catalán o la ética como asignatura afectan a nuestras cualidades educativas básicas que condicionan de forma profunda nuestra capacidad de encontrar empleo en el futuro. Supongo que nos quitaron horas de inglés y por eso España sufre de tanto paro ahora… Ah, no, que los bilingües tenemos más facilidad para aprender otros idiomas. De todas formas, nos proponen seis líneas de actuación interesantes (pág. 7):

 Reducir drásticamente las tasas de repetición, fracaso y abandono escolar temprano a niveles residuales.

 Aumentar sustancialmente la proporción de niños de familias menos favorecidas que tienen acceso a una educación temprana (antes de los 3 años).

 Conseguir que los estudiantes de secundaria se equiparen a los país europeos con mejores resultados en matemáticas y dominio del idioma, pero también en otras pruebas analíticas y de resolución de problemas, de acuerdo con las clasificaciones de PISA.

 Asegurar que todos los estudiantes españoles hablan inglés con soltura al salir del bachillerato o del último ciclo de Formación Profesional (FP).

 Establecer un sistema de FP capaz de competir en calidad y empleabilidad con el de los mejores de Europa.

 Garantizar que toda la población adulta pueda tener acceso al aprendizaje permanente, en especial para adquirir las competencias educativas básicas.

Sobre el primer punto nada que objetar. Sólo veremos cuánto le dura a Ciudadanos esa demanda cuando vea a todos los columnistas del ABC y La Razón o las agrupaciones de padres y profesores conservadoras despotricar contra dicha medida, ya que para ellos el poder de los profesores para hacer repetir a los alumnos ha sido la sacrosanta garantía de la excelencia educativa. Será divertido ver a Ciudadanos defender esta ocurrencia propia de mujercitas pedagogas como diría cualquiera de sus posibles votantes.

En el fondo, suprimir la repetición implica refigurar un de las principales funciones del sistema educativo: legitimar la exclusión social. Por lo tanto, eliminar la repetición para crear clases segregadas por el rendimiento de los alumnos es, simplemente, trasladar la barrera o el listón que debe segregar. No es mejorar el sistema educativo, no es mejorar el aprendizaje de los alumnos. Precisamente, plantean esta disyuntiva del siguiente modo (pág. 8):

La educación se enfrenta siempre a un doble objetivo difícil de conseguir: por un lado, debe aspirar a educar a todos; por otro, debe ser capaz de atender a la diferencia, potenciando a aquellos estudiantes más capaces y haciendo un esfuerzo extra con respecto a aquellos que tienen más dificultades. Este doble objetivo puede asociarse a la idea de igualdad de oportunidades, un principio ético que trata de asegurar que las competencias que adquieren individuos dependan de su esfuerzo y no de su origen familiar.

La atención a la diversidad no puede reducirse a la consideración del alumno escolarmente problemático y a la utilización de apoyos especiales por separado de los demás. La calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje depende fundamentalmente de la capacidad del docente de ajustar su intervención a las variadas necesidades educativas de todos los alumnos, incluidos los que obtienen mejores resultados. Debemos reforzar el apoyo a los que se quedan un poco atrás, pero también apoyar a los que más avanzan.

Sorprende, sinceramente, que los autores del informe crean que el origen familiar puede determinar nuestras competencias. Es decir, que de algún modo aceptan que las diferencias sociales están determinadas por nuestras diferencias genéticas. Si no fuera así, hablarían de estatus o nivel socioeconómico y no de competencias. De la lectura de ese fragmento, se evidencia que Ciudadanos cree que las personas de alta cuna son automáticamente y por definición mejores que el resto de los mortales, porque ello sí se pueden permitir una educación que los hace mejores. Es curioso que jamás se plantee la posibilidad de que la educación de los de alta cuna pueda ser peor que la adquirida en un centro público. Asimismo, la igualdad de oportunidad siempre es la posibilidad del pobre de imitar al rico, pero no significa que al rico y al pobre se les juzgue por igual y se les castigue y recompense por sus actos, según sus méritos y capacidades. Es decir, se niega el principio básico de la justicia conmutativa y se entiende por definición que el rico es mejor y que, por lo tanto, la posibilidad de que sea excluido del sistema educativo por su vagancia o dejadez no es admisible. Ya podemos entrever aquí el clasismo de los autores del informe que, como es previsible, no van a defender un sistema público educativo con exámenes oficiales objetivos que nos iguale a todos y limite la posibilidad de comprar títulos y oportunidades que tienen los ricos gracias a los centros educativos privados. Al fin y al cabo, se trata de reforzar el apoyo a los que se quedan un poco atrás, pero también apoyar a los que más avanzan.

SIRERA MIRALLES

Carles Sirera Miralles (València, 1981) is a Spanish historian and adjunct professor in the University of Valencia. His principal lines of research focused on the problems of the democratization in Europe, especially during the end of Nineteenth Century and the beginnings of the Twentieth Century. As social historian, he has wrote about the sports and sociability and his thesis, Un título para las clases medias, is one of the most completed and relevant studies on the subject of the secondary school in Spain. His intellectual influences are the Alltagsgeschichte school, Norbert Elias, Fritz K. Ringer and all historians who, although the limitations of our discipline, think that is possible reach some kind of valid, useful and interesting knowledge.