Cierre, despedida y traslado
Hace muchos meses que no publicaba en este blog, porque, sencillamente, ya no había ninguna razón para hacerlo. En primer lugar, está hospedado en la Universitat de València, una institución a la que no pertenezco desde hace más de un año y que, como saben aquellas personas que me son cercanas, ha producido un gran e imperdonable dolor en mi familia, a pesar de habernos entregado en cuerpo y alma a los valores que, estúpidamente, creíamos que este tipo de instituciones representan. Se trata de un dolor irreparable tras el fallecimiento de mi padre y que yo, sinceramente, no sufrí, pero no pude lograr que él no se sintiera quebrado al comprobar que todas las cosas nobles que pensaba que me había enseñado no eran más que estupideces que me habían complicado la vida. Es duro perder a la persona que más has querido en tu vida sin ser capaz de convencerle de que eres feliz pese a todas las miserias que jalonan tu carrera académica.
En segundo lugar, este blog surgió como una respuesta individual y espontánea ante la censura que otros colegas académicos me aplicaron en sus blogs. Fue un proceso de recuperación de viejas inquietudes y temas olvidados previos a la tesis doctoral, si bien a medida que iba escribiendo podía comprobar que todo, como no, estaba conectado y mis investigaciones sí tenían un poderoso hilo conductor que era mi crítica a la Teoría de la Modernización. Además, durante el proceso de creación entré en contacto con otros blogueros como Jesús Nácher de La Proa del Argo o Jordi Llanos de La economía del Doctor Pangloss gracias a Manuel Campos (hace mucho que no sé de ti, espero que la carrera vaya bien y puedas abrirte camino sin pagar grandes peajes) con los que he terminado colaborando en Ampliando el Debate del Colectivo Burbuja, otra iniciativa con gente extraordinaria. De igual modo, he tenido ocasión de conocer mejor a Shine de Nomejodasquemeincomodas, otro incómodo comentarista que ha sufrido la censura de los expertos objetivos y neutrales. Sinceramente, compartir con ellos compensa la desilusión en el género humano que te produce comprobar el comportamiento de tus colegas doctores. Que personas como ellos no estén dando clases en la universidad, mientras que nuestros estudiantes sufren a inmaduros narcisistas aterrorizados por sus inseguridades de niños sobreprotegidos es uno de los grandes problemas de la enseñanza superior.
Finalmente, he iniciado con otros compañeros académicos, otros JASC (Jóvenes Académicos Suficientemente Cabreados) un proyecto colectivo llamado Communia. En verdad, todavía escribo poco, pero vamos recuperando el ritmo y las ganas que uno tenía, si bien por mucho que las heridas cicatricen, su marca sigue y su peso se nota. Sin embargo, saber que no estarás solo en los próximos fregados que te metas es una sensación bastante novedosa y reconfortante. Lástima que no la sintiera en aquellos consejos de departamento de la UV cuando, siendo el último mono, levanté el brazo para hacer las preguntas incómodas que a muchos abochornaron. Eso sí, los mismos que callaban entonces luego te escriben en la prensa dando lecciones de ética y ejemplaridad.
Buenas Carles, vi tu artículo a través de facebook y también me avisó Jesus Nácher de que me mencionabas, en colectivo burbuja se ha juntado un grupo de gente estupenda e imagino que en communia igual, me alegra que congeniéis bien.
Yo no puedo quejarme con la carrera para lo que le estoy dedicando, estoy dándome un descanso igual que hice el año pasado (cogiendo muy pocas asignaturas), creo que necesitaba tomar distancia para observar desde fuera y aceptar/asimilar ciertas cosas, a la vez que estoy también disfrutando de muchas otras.
Espero que a ti te vaya bien, con quien mantengo más contacto (y escaso la verdad, pero estoy muy activo últimamente) es con Jesus, pero si alguna vez necesitas algo no dudes en contactar por facebook o a través de Jesus.
Un abrazo!!