Historia versus Economía

Un académico contra el imperialismo económico

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La paradoja Garicano

El Professor Luis Garicano de la LSE, por fin, ha dado el salto al ruedo de la política. Hasta el día de hoy sólo levantaba la manita cuando algún político se acercaba a FEDEA con la esperanza de entrar en las quinielas de los ministeriables para tener realmente capacidad de acción e imponer el contrato único en España. Sin embargo, su torpeza y los pésimos consejos de su amigo el Professor Jesús Fernández-Villaverde descarriaron a este joven que tenía todos los méritos esperables de un ministro del PP: el tío abuelo ministro franquista Tomás Garicano Goñi, una plaza de alto funcionario (en este caso en la UE) y una familia con un gran ascendiente sobre una noble ciudad como Valladolid, además del bachillerato cursado en los jesuitas.

Es cierto que su perfil académico desencajaba entre las cohortes peperas: una vez colocado en Bruselas, decidió doctorarse en Economía en la prestigiosa Universidad de Chicago y eso, pese el poco entusiasmo que me produce ese centro académico, exige un esfuerzo intelectual que excede las capacidades de nuestros actuales gobernantes, especializados en comprar másters de relumbrón. Posteriormente, terminó recalando en la LSE, donde es experto en cómo las tecnologías de la información afectan a la organización empresarial y mejoran su eficiencia.

A pesar de que su campo de especialización dista bastante de lo que podríamos denominar políticas públicas, pasó a FEDEA seleccionado por amistad personal (como suele ser seleccionado siempre en España) y de allí a darnos lecciones sobre cómo deberíamos ser gobernados, además de hacer nefastos vaticinios sobre Irlanda. Nefastos no por alertar de calamidades, sino por la calamidad de predicción que hizo. Pero, como es de rigor con los economistas neoclásicos, nadie le exigió explicaciones de sus errores ni tampoco se vio quebrada la autoridad como experto que los medios de comunicación le otorgaban. Tanta indulgencia con los de arriba, pero tanta dureza con los de abajo que firman preferentes (como el mismo Garicano demanda) son realmente irritantes.

Una vez la operación ministro FEDEA terminó en desastre, Garicano explotó su faceta de escritor público y nos regaló el vacuo Dilema de España, cuyo video de promoción intentando plagiar a Alex Saió con un Garicano incapaz de expresarse en público hacían prever que ficharlo para un partido político no sería una brillante idea.

No obstante, Albert Rivera necesitaba de intelectuales orgánicos (¿Pero Javier Nart no es capaz de redactar él solito el programa económico?) y reclutó esta misma semana a Garicano para su equipo. Ayer tuvo la primera entrevista como político en Al Rojo Vivo y fue catastrófica, porque, básicamente, no se entendió nada de lo que dijo: ¿Qué defendía? ¿Sistema de pensiones de reparto o de capitalización individual? ¿Bajada de impuestos o aumento de la presión fiscal? ¿Cuál es el modelo: China o Dinamarca? Además, a la absoluta falta de claridad y coherencia del discurso, había que sumar un Garicano dubitativo y gangoso que se sentía incómodo y, realmente, no quería estar jugando a la política. Otro Ángel Gabilondo que le gusta la política si le dan el sillón, pero no ensuciarse para luchar por el sillón. Por eso son tecnócratas y no demócratas. Los filósofos reyes de toda la vida, vamos.

Y esta es la gran paradoja Garicano: la reforma tecnocrática por vías democráticas. Un objetivo sólo alcanzable mintiendo descaradamente sobre la realidad de su reforma tecnocrática. ¿Garicano miente? Sí, su dilema es una mentira obscena. La dicotomía que plantea Garicano supone elegir entre ser Dinamarca o Venezuela y el modelo a seguir, obviamente, es Dinamarca. El problema es que no podemos ser Dinamarca porque Dinamarca rechazó el Euro por referéndum en el año 2000. Para ser Dinamarca deberíamos salirnos del Euro y eso sólo lo proponen los populistas que según Garicano quieren que seamos Venezuela. ¿Cómo, que para ser como Dinamarca deben gobernar los populistas? No podría afirmarlo con rotundidad, pero el hecho cierto es que en el referéndum de Dinamarca del 2000 los partidos mayoritarios, las instituciones oficiales, y todo el establishment era partidario de entrar en el Euro. Fueron los partidos minoritarios y la sociedad civil quienes se organizaron para forzar y ganar ese referéndum contra todos. Fue una victoria de la democracia (el populismo según Garicano) contra la partidocracia y los expertos. Los populistas no se equivocaron, acertaron y ahora los politikones y Garicano los ponen como ejemplo de lo que debemos ser. Eso significa que los blogs pseudocadémicos como Politikon o Nada es Gratis estarán entusiasmados con la posibilidad de hacer un referéndum para salirnos del Euro, porque si llevan tantos años con la matraca de que queremos ser la Dinamarca del Sur, algo de soberanía monetaria será necesaria para acercarnos a ese modelo.

Sirva, por lo tanto, este ejemplo de absoluta contradicción de las propuestas de estos genios para visualizar su superficialidad e ignorancia supina. Llevan años reconocidos como expertos por nuestros medios de comunicación y pidiendo que seamos como un país que no está en el Euro como consecuencia de un referéndum democrático sobre soberanía monetaria, los mismos que condenan cualquier posible democratización del sistema político bajo la acusación de populistas. Si en este país tuviésemos algo parecido a opinión pública o medios plurales, ya se les habría confrontado con esta contradicción, con el absurdo de sus planteamientos y nadie les compraría su argumentario. Sin embargo, siguen incansables con los mismos tópicos tanto en la prensa escrita tradicional como en los periódicos digitales más rupturistas… son expertos y, parece ser, ningún periodista se siente capacitado para confrontarlos con la realidad.

A título personal, si tuviese en frente a Luis Garicano como entrevistado no podría evitar hacerle esta pregunta: Usted defiende la importancia de la meritocracia y pone su carrera académica como ejemplo del triunfo del esfuerzo individual, pero qué importancia le daría al hecho de que su familia fuesen los vencedores de la Guerra Civil y que su tío abuelo fuese un importante cargo franquista en las oportunidades que usted ha disfrutado? ¿Considera que es posible marcar un límite cero a la igualdad de oportunidades y que todos jueguen con las mismas cartas o la meritocracia siempre está condicionada por la realidad histórica? ¿Cree que es posible que en España los descendientes de los perdedores de la Guerra Civil hayan tenido menos oportunidades? ¿Cree que la reconciliación nacional y la transición borraron los efectos sociales y políticos que la Guerra Civil y cuarenta años de dictadura franquista levantaron?

SIRERA MIRALLES

Carles Sirera Miralles (València, 1981) is a Spanish historian and adjunct professor in the University of Valencia. His principal lines of research focused on the problems of the democratization in Europe, especially during the end of Nineteenth Century and the beginnings of the Twentieth Century. As social historian, he has wrote about the sports and sociability and his thesis, Un título para las clases medias, is one of the most completed and relevant studies on the subject of the secondary school in Spain. His intellectual influences are the Alltagsgeschichte school, Norbert Elias, Fritz K. Ringer and all historians who, although the limitations of our discipline, think that is possible reach some kind of valid, useful and interesting knowledge.

7 thoughts on “La paradoja Garicano

  • Cansino

    Mira que eres cansino. Te reconcome el rencor y te ciega la sed de venganza. Un día te vas a ahogar en tu propia bilis.

    Sin acritud.

  • SIRERA MIRALLES

    Hola Cansino,
    imagino que si sale un señor por la tele diciendo: ¿”votadme para ser como Dinamarca o será el caos” debo aplaudir con las orejas?
    No sé, es cierto que hay mucha crítica a los de NeG aquí, pero si ellos se erigen en autoridad científica que aspira al monopolio político es normal que sean objeto de la crítica, con independencia de que me hubiesen censurado en su blog.
    Por otra parte, disfrutan de una plataforma de reproducción de sus mantras tremenda y las críticas son minoritarias o marginales (o peor, son las de Navarro). Eso nos obliga a muchos a ser insistentes y repetitivos, (aunque hay mucho interés en estas críticas y por eso nos piden hacer podcasts sobre el tema(http://www.ivoox.com/cuentos-todologos-ampliando-el-audios-mp3_rf_4087107_1.html) , y se difunden desde Público, etc, etc…)
    Además, si soy cansino con esto, no sé qué serán los politikones y los fedeos con el contrato único… pero, claro, en eso de ser cansino también hay clases.
    De bilis, por cierto, nada: tengo una dieta muy sana.

  • Fernando

    Saludos:
    Visito tu blog desde hace varios meses, lo encuentro muy interesante, coincido bastante con tu punto de vista sobre muchos asuntos.
    He intentado dejar un comentario en tu post sobre el debate de Juan Ramón Rallo y José Luis Ferreira y no he podido. Te lo dejo aquí y me disculpo por ello.
    Lo que quería comentar es que Ferreira en este post suyo que enlazo, en el penúltimo párrafo del mismo, defiende que las empresas puedan sustituir a los trabajadores que estén en huelga:

    http://todoloqueseaverdad.blogspot.com.es/2010/12/las-huelgas.html

    Y en los comentarios todavía suelta alguna “perla” más.

  • SIRERA MIRALLES

    Hola Fernando,
    disculpa que los comentarios estén cerrados. A los 15 días se cierran para evitar que los boots me carguen el blog de spam. Sobre Ferreira… uff, qué decir? No se va a mover de su esquematismo neoclásico jamás. Le gusta parecer un socioliberal, ir de progre con valores democráticos, pero a lo poco que cuestiones la autoridad científica de la economía de mercado, te va caer la etiqueta de charlatán (así me calificó antes de que intercambiásemos cualquier palabra, cuando no nos conocíamos), populista, loco, hereje… y más allá de esto, su principal problema es una profunda ignorancia sobre los temas que escribe. Da igual que sean los austríacos, los marxistas, los postkeynesianos, la física, la filosofía del lenguaje o la historia… cometerá errores de bulto y se creerá el más listo. Y por más que en TW o foros de internet, personas formadas en estas disciplinas con doctorados u otras credenciales académicas lo refuten o, simplemente, se rían de él, él siempre será el experto divulgador que, por algo, está muy metido en las redes de compadreo y autopromoción de los clubs de escépticos y antimagufos que, en la práctica, van de hacerse la pelota unos a otros, darse la razón entre ellos y estar encantados de haberse conocido…

  • Emilio Daniel Villarreal

    Buenas noches estimado profesor Sirera.

    Hace relativamente poco tiempo que descubrí este blog (que, además, pertenece a una persona de mi antigua facultad y que, de haberme interesado la historia contemporánea, pudo haberme dado clase).

    Leer el conjunto de reflexiones que ha publicado con la etiqueta de “Integridad” ha cambiado muchísimo la imagen que de Ud. se me había dado en la universidad. Ojalá se le dieran, a todas ellas, la difusión que merecen puesto que constituyen una radiografía muy nítida de los problemas que acechan a la universidad española.

    Sin embargo, lo que me ha llevado a comentar aquí no han sido un conjunto de publicaciones con las que me siento totalmente identificado sino que, son aquellas en las que trata temas referentes a la economía las que más centran mi atención.

    Yo, que no soy economista ni pretenderé nunca serlo, y desde mi más sincera ignorancia respecto a muchos de los temas tratados tengo una pregunta hipotética que hacerle: ¿hay algún programa económico de algún partido político que de verdad sea capaz de mejorar, aunque sea poco, la situación de los más humildes, o votemos a quién votemos nos esperan un conjunto de políticas de signo neoliberal que asalten lo poco que queda de nuestro estado “del bienestar”?.

    Muchas gracias por su tiempo.
    Sepa que considero muy loable la labor que desarrolla en este blog.

  • SIRERA MIRALLES

    Hola Emilio,
    lamento no poder dar una respuesta fácil o satisfactoria. No creo, sinceramente, que ningún partido pueda hacer algo, porque nuestros problemas son de deuda pública y sin soberanía monetaria es casi imposible resolverlos. Sin devaluar mediante déficits públicos (es decir, con un banco central que compre la deuda pública que emite el gobierno) es imposible aumentar la demanda agregada y lograr devaluar para compensar la balanza exterior. El problema es que el euro se creó, precisamente, para evitar eso. Dentro el Euro sólo nos queda lo que se llama devaluación interna o salarial y pagar la deuda mediante trasvase de rentas. Es decir, el Estado prestará menos servicios y cobrará más impuestos para pagar los intereses de la deuda, mientras los salarios bajan. Intentamos explicarlo en este podcast (quedó un poco duro y puede que no sea fácil entenderlo a la primera, la verdad): http://www.ivoox.com/funcionara-gran-plan-draghi-ampliando-audios-mp3_rf_4027149_1.html
    Eso significa que dentro del Euro está imposible y mientras no haya una voluntad real de salirse del Euro, Alemania no va a cambiar. Por lo tanto, habrá que empezar a entender que tal como estamos, mejor estar fuera del euro (aunque no nos van a dejar marchar) o hacerse la idea de emigrar a Alemania y Países Bajos y rehacer nuestras vidas allí, si no nos expulsan por ilegales, claro.
    Sobre a quién votar o quién nos puede representar, soy muy escéptico. Ahora estoy leyendo un poco sobre qué ocurrió en Dinamarca, ya que fue los ciudadanos quienes lograron evitar la entrada en el Euro contra la opinión de sus políticos y de sus expertos. Es decir, nos toca entender y decidir sobre estas cuestiones a nosotros (lo que significa que, en nuestra facultad, aunque estudiásemos historia, nuestros profesores debían haber sabido más de economía y saberla explicar).

  • jajajajaja, Carles, que Dios te guarde el sentido de la ironía. Me he echado unas buenas carcajadas leyendo un artículo y unos comentarios cargados de buenas razones. El jueves hablamos sobre Garicano.

    un saludo,

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